jueves, 12 de enero de 2012

2012: PROFUNDO DEBATE Y CRISIS EN EL RADICALISMO

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Se dobla pero no se rompe

La UCR trabaja para el resurgimiento, tras la caída de octubre. Unos quieren ir solos, otros con Macri, y u sector con Binner. Las divisiones están cada vez más marcadas


Como la mayoría de las fuerzas políticas, el radicalismo aprovecha el verano para descansar y proyectar de cara a lo que viene. Sin embargo, la frustrada alianza electoral con el denarvaísmo y la convulsionada convención partidaria que eligió al santafesino Mario Barletta como presidente del Comité, hicieron mella y no permiten que ese descanso sea total. La Unión Cívica Radical, a pesar de los siempre vanos intentos de unificación, continúa dividida en diversas facciones. Cada uno hace lo que quiere, y lo que puede.

Los alfonsinistas aseguran que no es tiempo de hablar de alianzas y alientan a un proceso de autocrítica, a pesar de los acercamientos y halagos mutuos con Hermes Binner. Los ex radicales K nada quieren saber con Alfonsín y los suyos y coquetean con el macrismo, de la mano del hoy ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó. Por si fuera poco, Leopoldo Moreau organiza para el 27 de enero un encuentro de la militancia radical, y convocó a participar a "los raulalfonsinistas de ayer y de hoy, a los radicales sin partido y a los jóvenes que sueñan con un cambio".

¿Quién dirige la batuta? Hasta ahora, no está muy claro, aunque todo indica que es Mario Barletta, el hombre que el alfonsinismo eligió para presidir el Comité. Pero ya surgieron las primeras contradicciones. El ex intendente de Santa Fe quiere una reconstrucción desde bien adentro, sin terceros. Es decir, prefiere aclarar las cosas en el interior del partido para después abrir las puertas a los demás, ya sea el Socialismo, la Coalición Cívica o quien fuere. El chascomunense ex candidato a presidente, en cambio, aparentemente va un poco más acelerado.

Hasta ahora del lado de la conducción, pero alejados del alfonsinismo, se encuentran los cobistas, que hasta se animan a un acercamiento con el macrismo, pese a ser en su momento los principales detractores del acuerdo con De Narváez. El pergaminense Héctor Cachi Gutiérrez va por la Gobernación (por lo menos, eso dice), y el juninense Mario Meoni se quie-re quedar con el Comité Provincia.

Con ellos dos a la cabeza, se reúnen con Emilio Monzó y un grupo de peronistas no kirchneristas, pensando en 2013 y 2015.

El principal aval de este grupo está en las secciones Segunda, Sexta y Séptima. Meoni se siente confiado y se le anima al alfonsinismo. "Los detractores de siempre no tienen ningún radicalómetro. El nuevo presidente del Comité de la Nación, Mario Barletta, podría ser obstaculizado por dirigentes de ese cuño. No es momento para esperar y ver qué pasa, eso ocurrió hasta ahora, y así nos fue", sostuvo el mandamás de Junín, para agregar luego que "la tarea debe ser dialogar con todos los sectores e ir armando propuestas para los distintos temas nacionales".

Por supuesto, todavía hay más. Como se mencionó anteriormente, también se anota en la misión de reconstruir el partido el sector que lidera el ex diputado nacional Leopoldo Moreau, quien, a través de un comunicado, invitó a "los jóvenes que sueñan con un cambio, a los radicales sin partido, a los que producen e invierten, a los que trabajan, a los raulalfonsinistas de ayer y de hoy, para que entre todos volvamos a poner de pie un espacio político que represente el sentir de las mayorías nacionales".

¿Qué será de todo esto en un par de meses? Imposible saberlo. Lo cierto es que el radicalismo se dobla pero no se rompe. Todavía recuperándose de una durísima derrota eleccionaria, el partido se muestra más fraccionado que nunca; algunos intentando elaborar la necesaria autocrítica y otros tejiendo alianzas en busca de revancha. El objetivo es el mis-mo: sacar a la UCR adelante y convertirla en gobierno. Complicada tarea, si las hay.

LA TECLA

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