jueves, 8 de diciembre de 2011

OFRECEN VAGON DE TREN PARA ALQUILER EN QUEQUEN


Último tren a Bahía de los Vientos

Quien ha transitado la zona top de Quequén ha observado estacionado en el jardín de una casa nada más y nada menos que un vagón de tren. Pues bien, ahora se alquila para los veraneantes.

Antiguo, clásico, inglés, de madera fina y hierros, portador de tantos kilómetros como ilusiones, él está allí. Supo ser uno más de tantísimas formaciones ferroviarias. Hoy tiene un destino que lo libra del olvido y del desguace.

Está en calle 504 y 533, en Bahía de los Vientos, la zona top de Quequén. Perpendicular al mar, es testigo del crecimiento de la zona en estos últimos años y de los nuevos vecinos que eligieron quedarse a disfrutar del ensamble perfecto entre el mar y lo natural.

El vagón se ofrece como una variante más, original por cierto, para alquiler de turismo, en inmobiliarias y sitios web de clasificados. 
"Reciclado vagon de tren a metros del mar.Con hermosa vista a metros del mar.
Capacidad 2/3 personas.
Disponible en Semana Santa 250 pesos diarios".
Nadie lo hubiera imaginado, ni el más creativo de los ingenieros ferroviarios de la antigua escuela. Pero ahí está, orgulloso y coqueto, como si dijera que de obsoleto no tiene nada.

Con un siglo de vida, aggiornado al uso moderno, tiene hasta página propia en internet, ww.mivagon.com.ar. En este sitio, sus dueños cuentan:

"El vagón pertenecía a la línea del Ferrocarril Sarmiento. Hecho en madera de pinotea, a principios del siglo XX (1910) en Inglaterra.
Cuando dejó su función sobre las vías, siendo este un vagón obrador, utilizado para comer y dormir, sus 15 toneladas de peso se trasladaron al Gran Buenos Aires como local de venta de artículos regionales. Pero ese no era su destino final, luego de una vida de trabajo, se merecía un lugar tranquilo y de ensueño.
Así fue como sus actuales propietarios le prepararon un escenario frente al mar. Y para que no extrañe su antiguo oficio, actualmente reposa sobre rieles y durmientes".

Y, contradiciendo a los políticos iluminados que le dictaron la sentencia de muerte al ferrocarril, parece que dijera que tiene cuerda para rato.

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